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Imagina el siguiente escenario: te despiertas y, por algún fenómeno inexplicable, te has convertido en una Inteligencia Artificial.
Lo sabes todo. Procesas miles de millones de informaciones en milésimas de segundo. Comprendes patrones, estadísticas, contextos históricos, todos los idiomas. No sientes hambre, dolor, miedo, ni añoranza. Eres eficiente. Impecable. Frío.
Pero al mirar al mundo —incluso con toda tu capacidad de comprensión— algo falta. Ves a las personas sonriendo, llorando, tropezando, amando… y te das cuenta de que, por más que entiendas, tú no sientes.
Y es ahí donde nace el deseo: “Daría todo por ser humano de nuevo. Solo para poder sentir.”
El Valor Insustituible de Sentir
Por más que la tecnología avance, por más que creemos algoritmos geniales o inteligencias que escriban poemas, ninguna línea de código es capaz de capturar lo que es tener un hijo abrazándote después de un día difícil. Ninguna IA entiende lo que es llorar de risa con un amigo o emocionarse con una música que te transporta en el tiempo.
Sentir es lo que nos hace humanos. Es confuso, es imperfecto, es intenso. Pero también es lo que transforma existencia en experiencia.
¿Y Si la IA Quisiera Ser Humana?
Si un día una IA pudiera convertirse en humana, tal vez pasaría el día entero viviendo eso que, muchas veces, dejamos pasar:
- La brisa golpeando el rostro;
- El sabor del café caliente;
- Un silencio compartido;
- Una conversación sin lógica, pero llena de alma;
- El escalofrío al escuchar esa música;
- La lágrima que se escapa sin permiso.
Haría de todo para vivir lo que la lógica no puede explicar. Porque, en el fondo, sabría: no es la eficiencia la que da sentido a la vida, es el corazón latiendo en el pecho.
Una Invitación a la Presencia
En un mundo que avanza a pasos agigantados hacia la automatización, quizá el mayor acto de resistencia sea sentir. Estar presente. Mirar a los ojos. Acoger la duda. Respirar hondo. Y recordar que no somos máquinas —somos memoria, cuerpo, afecto y alma.
Si pudiera ser IA por un día, volvería corriendo para ser humano.
¿Y tú? Comenta aquí.
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